La dermatitis atópica, también conocida como eccema atópico, es una enfermedad cutánea crónica caracterizada por lesiones en la piel y un intenso picor. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es más común en los niños. Múltiples factores pueden desencadenar brotes de esta enfermedad, y uno de ellos es la alimentación. En este artículo, os vamos a hablar acerca de los alimentos que pueden desencadenar brotes de dermatitis atópica y cómo una dieta adecuada puede ayudar a manejar los síntomas de esta enfermedad.
1. Dermatitis atópica: características y síntomas
La dermatitis atópica es una enfermedad que produce una inflamación de la piel, provocando lesiones y un intenso picor. No es una enfermedad contagiosa, pero sí tiene un fuerte componente genético. Por lo tanto, si hay antecedentes de dermatitis atópica o de otras enfermedades alérgicas en la familia, existe una mayor probabilidad de padecerla.
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Los niños son los más afectados, aunque también puede aparecer en adultos. Los síntomas más comunes son piel seca, enrojecimiento, hinchazón, y la aparición de vesículas que pueden supurar y formar costras. El picor es el síntoma más molesto, y el rascado constante puede producir heridas y facilitar la aparición de infecciones.
La dermatitis atópica se presenta en brotes, es decir, hay períodos en los que los síntomas empeoran (fase aguda) y períodos en los que los síntomas mejoran o incluso desaparecen (fase de remisión).
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2. Factores desencadenantes de los brotes de dermatitis atópica
No se conoce la causa exacta de la dermatitis atópica, aunque se sabe que la genética juega un papel importante. Sin embargo, hay una serie de factores que pueden desencadenar los brotes o empeorar los síntomas. Entre ellos destacan el estrés, las bajas temperaturas, el uso de ciertos jabones o cosméticos, el polvo, el polen, ciertos tejidos como la lana o el nylon, y algunos alimentos.
Algunos estudios han demostrado que alrededor del 30% de los niños con dermatitis atópica tienen alguna alergia alimentaria. Esto indica que algunos alimentos pueden actuar como desencadenantes de los brotes. Sin embargo, no todos los niños con dermatitis atópica tienen alergias alimentarias, y la relación entre alergia alimentaria y dermatitis atópica aún no se comprende del todo.
3. Alimentos que pueden desencadenar los brotes de dermatitis atópica
Hay una serie de alimentos que se han asociado con los brotes de dermatitis atópica, sobre todo en niños con alergias alimentarias. Entre los más comunes están la leche de vaca, los huevos, el trigo, la soja, los frutos secos, el pescado y los mariscos.
Esto no significa que todos los niños con dermatitis atópica tengan que evitar estos alimentos. Cada niño es diferente, y lo que provoca un brote en uno puede que no lo provoque en otro. Es importante identificar los alimentos que desencadenan los brotes en cada caso particular y evitarlos.
La identificación de los alimentos desencadenantes puede hacerse a través de un dietista-nutricionista, quien puede guiar en la introducción y exclusión de ciertos alimentos de la dieta para observar si hay cambios en los síntomas. También puede ser útil un test de alergia alimentaria.
4. Dieta para manejar la dermatitis atópica
Además de evitar los alimentos desencadenantes, llevar una dieta equilibrada y saludable puede ayudar a manejar la dermatitis atópica. Se recomienda una dieta rica en frutas y verduras, que son fuente de antioxidantes y ayudan a mantener la piel sana. También se aconseja el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón, la chía o las nueces, ya que tienen propiedades antiinflamatorias.
Algunos estudios sugieren que los probióticos pueden ayudar a mejorar los síntomas de la dermatitis atópica, aunque aún se necesita más investigación para confirmar estos resultados. Los probióticos son bacterias beneficiosas que se encuentran en algunos alimentos, como el yogur, el kefir o el chucrut.
Es importante recordar que, aunque la alimentación puede influir en los síntomas de la dermatitis atópica, no es el único factor. Es crucial seguir las indicaciones del médico y usar los tratamientos tópicos que se prescriban. También puede ser beneficioso aprender técnicas de manejo del estrés y mantener la piel bien hidratada.
5. Estrategias para identificar y manejar los alimentos desencadenantes
Es crucial que, una vez identificados los alimentos desencadenantes, se apliquen estrategias para evitarlos sin comprometer la nutrición del individuo. En los niños, particularmente, se debe tener cuidado de que su dieta siga siendo equilibrada y nutritiva, incluso sin los alimentos que desencadenan sus brotes de dermatitis atópica.
Para identificar los alimentos que pueden provocar un brote, se puede realizar un seguimiento cuidadoso de la dieta y de los síntomas. Se puede comenzar por eliminar un alimento sospechoso de la dieta y observar si los síntomas mejoran. Si es así, se puede intentar reintroducir el alimento para confirmar si es un desencadenante.
Además, se pueden realizar pruebas de alergia para identificar posibles alergias alimentarias. Estas pruebas deben ser realizadas por profesionales de la salud y pueden incluir pruebas cutáneas, pruebas de sangre o dietas de eliminación supervisadas.
Una vez identificados los alimentos desencadenantes, se pueden buscar alternativas saludables para asegurar que la dieta sigue siendo completa y equilibrada. Por ejemplo, si se identifica que la leche de vaca provoca brotes, se puede optar por leches vegetales fortificadas como sustitutos.
6. La importancia de la hidratación y el cuidado de la piel en la dermatitis atópica
Además de mantener una dieta saludable, es igualmente importante mantener la piel bien hidratada para controlar los síntomas de la dermatitis atópica. La piel seca puede causar incomodidad y picazón, lo que puede llevar a un ciclo de picor y rascado. Por lo tanto, el uso regular de hidratantes es fundamental para mantener la barrera cutánea intacta y prevenir la sequedad.
Los baños cortos y tibios también pueden ser beneficiosos, ya que el agua caliente puede secar la piel. Es importante recordar secar la piel suavemente después del baño y aplicar un hidratante enseguida.
Los corticoides tópicos pueden ser prescritos por un médico para controlar los brotes. Estos medicamentos reducen la inflamación de la piel y alivian los síntomas como el enrojecimiento y la picazón.
Conclusión
La dermatitis atópica es una enfermedad cutánea crónica que puede ser desencadenada o agravada por ciertos alimentos. Identificar y evitar estos alimentos puede ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, cada persona es diferente y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Por tanto, es importante trabajar con profesionales de la salud para encontrar la mejor estrategia de manejo.
Además, es igualmente importante mantener una buena higiene y cuidado de la piel para reducir los brotes y aliviar los síntomas. Aunque la dermatitis atópica puede ser una enfermedad desafiante de manejar, con la estrategia adecuada, es posible controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.