“Ahora verás naranja”, me había avisado la doctora en urgencias, pero no dijo que esa mañana cuando regresara a casa tú, aún en pijama, tu pijama naranja a juego con tus ojos también naranjas, olerías a naranja, me sabrías a naranja, a zumo de media naranja.
->Si te ha gustado este relato y quieres leer otros, visita el blog ‘El periodista salvaje’:
http://www.elperiodistasalvaje.blogspot.com.es/