Andalucía y Extremadura tradicionalmente han sintonizado a la hora de exigir que la igualdad de los ciudadanos sea el criterio que prime en la financiación autonómica. Ocurrió cuando las dos comunidades estaban gobernadas por dirigentes del mismo partido y también ahora, con presidentes autonómicos de distinto signo.
La presidenta andaluza, la socialista Susana Díaz, y el presidente extremeño, el popular José Antonio Monago, coincidieron este martes en defender la igualdad de oportunidades y la negociación multilateral cuando el Gobierno central y las comunidades autónomas aborden un nuevo sistema de financiación autonómica.
“Las regiones del sur siempre vamos a apostar por garantizar la igualdad de los ciudadanos, vivan donde vivan, la nivelación de los servicios públicos y el diálogo multilateral”, afirmó la presidenta de Andalucía. La entrevista entre Díaz y Monago fue solicitada por el presidente extremeño, que dio la impresión de buscar una aliada cuando la discusión de la financiación se aborde en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Monago reconoció que ahora las autonomías están presentando sus “tarjetas de visita”.
Tanto el extremeño como la andaluza rechazaron la utilización de los datos de las balanzas fiscales para obtener ventaja, como reclama sobre todo Cataluña. “Los territorios del sur también podríamos hacer una balanza fiscal de la emigración en nuestros territorios. Ya me gustaría a mí ser contribuidor neto”, señaló Monago, que también mantiene discrepancias con sus compañeros de partido, los presidentes de Madrid y Comunidad valenciana.